PUENTE DE ALCANTARA

Recuerdos de una melodía en movimiento

- Cuando el Tajo valiente y altivo pasaba triunfante camino de Portugal, en las cálidas noches de verano se podía ver a la luna reflejada, sumergida por momentos meciéndose en sus aguas.

Luna y río, río y luna, como dos enamorados se encontraban de manera discreta, siempre bajo el Puente.

El, la arrullaba ella, se dejaba acariciar por sus aguas turbulentas despues, se fundían cariñosamente en su lecho al pié de sus muros.

¡Que te han hecho río! Ya no pasas bravío y altanero. Tampoco se escucha el rumor de tus aguas. Todo ha quedado desvanecido en el tiempo.

¡Que te pasa luna! Ya no vienes a realizar tus encuentros. El, arremansado, débil y enfermo te espera, desea sentirse nuevamente libre, mecerte y arrullarte de nuevo.

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